Un claro objetivo. Dos ángulos. El objetivo de la cámara, el objetivo personal. La cámara capta lo que mis ojos ven, mis sueños e ilusiones. Filtros de colores: la mente, los ojos, mi dedo y un click final que congela el tiempo. Una milésima de segundo ahora es recuerdo. Un recuerdo de una aventura que acaba de empezar y que quiero compartir.
Mi objetivo es el de mostraros esta ciudad a través de mi mirada. París, ¿que me espera?